Jean Lorrain
Jean Lorrain. Después de sus estudios se alistó en los húsares «por estética» y se instaló en París, donde no llegó a concluir la carrera de Derecho y comenzó su vida de bohemia y dandismo, su adicción al opio y al éter (sobre la que basó sus famosos Cuentos de un bebedor de éter) y una carrera periodística y literaria tan fulgurante como representativa del espíritu fin-de-siècle, llena de jugosas anécdotas: sus duelos frustrados con otros escritores, como Guy de Maupassant o Marcel Proust; sus escándalos en el café La Bohème o el cabaret Le Chat Noir; su amistad con Barbey d’Aurevilly y Huysmans; la declaración pública de su homosexualidad; su pasión por las joyas, los perfumes y los lujos más extravagantes…