¿No duermes, osito?

Cuando cae la noche en la cueva y todo está en silencio, Oso Pequeño no logra conciliar el sueño. La oscuridad lo abruma, y ninguna lámpara parece ser suficiente para calmar su inquietud. Oso Grande, siempre paciente y atento, prueba una luz tras otra en un intento por espantar las sombras. Pero lo que realmente necesita Oso Pequeño no es solo luz, sino comprensión, ternura… y un destello de ingenio.

Este entrañable clásico, con ilustraciones suaves y reconfortantes, aborda con sensibilidad el miedo a la oscuridad, esa emoción común en los más pequeños. A través del amor y la empatía de Oso Grande, el cuento se convierte en un tierno ritual de calma ideal para la hora de dormir. Perfecto para leer en voz alta, abrazados bajo las mantas, justo antes de apagar la última luz.